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31 de Mayo del 2006
Piden castigo penal por violencia policial excesiva en marchas colegiales
Senadores Navarro y Girardi solicitarán investigar represión de
Carabineros a estudiantes, apoderados y trabajadores de la prensa.
Los senadores Alejandro Navarro (PS) y Guido Girardi (PPD) presentarán
este miércoles una denuncia criminal contra todos los carabineros que
utilizaron “indebidamente la violencia para reprimir la movilización
estudiantil” que caracterizó el paro nacional convocado por estudiantes
secundarios.
Navarro señaló que “mediante esta acción buscamos solicitar a
la Fiscalía que investigue exhaustivamente los hechos ocurridos ayer y
sancione con las máximas penas el actuar desmedido de algunos
funcionarios de Carabineros”.
Para lo anterior, comentó que pedirán que se realicen algunas
diligencias, tales como que la entidad judicial cite a declarar a los
afectados e incaute las notas de prensa que acusan visualmente el abuso
cometido por los uniformados.
Como miembro de la comisión de Educación del Senado, señaló
que “con el fin de facilitar la investigación, solicitaremos que
mientras ésta se realice, se separe de sus ejercicios al jefe de las
Fuerzas Especiales del GOPE, que estuvo a cargo del despliegue
operativo del paro de los estudiantes”.
El parlamentario socialista, quien durante los disturbios
presenció la violencia ejercida por parte de Carabineros, señaló que
“es una situación realmente lamentable, ya que esto se asemeja a la
represión que sufríamos cuando en dictadura salíamos a las calles a
protestar”.
“Al parecer, a algunos uniformados se les olvidó que estamos
en democracia y que la libertad de expresarse y de marchar por las
calles pacíficamente está garantizada. Es mas, aquí los estudiantes no
estaban haciendo desórdenes, yo fui testigo del hecho, ya que durante
toda la jornada de manifestación estuve en la capital en reuniones con
autoridades de Gobierno y dirigentes secundarios y, además, recorriendo
los liceos en toma”, agregó.
De acuerdo a Navarro, Carabineros no midió su accionar y no
sólo se ensañó con los estudiantes, sino que también reprimió a padres
y apoderados que marchaban junto a los jóvenes con las manos en alto,
además de periodistas y reporteros gráficos.
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